15 marzo 2008


TRILOGÍA
DEL AMOR HALLADO

A 1

Está solo,
sentado en una plaza,
los otros,
ellos,
ellas,
en multitud se acercan,
y pasan,
y le miran,
y se miran,
se detienen los ojos en los ojos
y enmudecen las miradas.
Por un instante fugaz,
o casi eterno,
las almas se encuentran,
se tocan, se estremecen,
se desean.
Quizá tan solo un beso,
un abrazo,
una lágrima.

Tal vez, tan solo una palabra.
Mas,
todos pasan,
se alejan,
se pierden,
se esfuma una esperanza.
Y el queda solo.
Tendida su belleza displicente
en el banco de una plaza.


A 2


En la profundidad
de la noche
se miraron.

En que difiere
la avidez de sus miradas
de la tuya
o de la mía?

En su coraje quizá
o en su inocencia.

Arropados
por el tibio celaje
de la hierba
y el tacto suave
del rocío,
se durmieron


Despertaron
al murmullo de las alas
y la ternura de los silbos.

Sonrientes,
Se miraron.
Y por distintos caminos
se perdieron.

A 3
De nuevo
se encontraron.

Puede el tiempo,
la huida,
la distancia,
disipar
el signo de aquel agua,
la tersura del aceite,
la eternidad de la palabra?

En realidad,
la ofensa,
la traición,
el abandono,
jamás
lo habían separado.



El uno intuía la luz permanente
de sus ojos,
el otro perseguía la sombra vacilante
de sus pasos.


Así,
otra vez se reencontraron.

Intenso fue el beso y el abrazo,
de dos seres
que nunca se olvidaron.








2 comentarios:

Floren dijo...

Sr. Godoy, por la gracia de la vida comparto junto a usted mi nombre. Ambos somos Florencios. Conozco su obra a traves de un amigo común de mi pequeña ciudad, Estepa. Situada en la provincia de Sevilla en España, y que se llama Antonio Crujera. De veras un saludo cordial pues su obra ha sido un hallazgo. Desearia sabes mas de su obra y agradeceria una dirección de internet.

Un saludo cordial desde españa.
atte. Florencio Salvador Díaz Fernandez
flordeestepa@hotmail.com

Unknown dijo...

Fui su alumno en la universidad, ahora vivo en España hace varios años y de vez en cuando releo la obra de mi querido profesor, la cual me conecta instantáneamente con el litoral y su imaginario. Fue un gran lujo haberle conocido y disfrutado de sus clases.